- ¿El Perú tiene arreglo?
- Se supone que debo haber envejecido algo para que me pregunten esas cosas. Creo que va a seguir teniendo islas de bienestar, islas de felicidad, islas de júbilo. Pero con eso quiero decir que el Perú se va a seguir jodiendo. Si algo nos caracteriza es que convertimos la ilusión en realidad, y estos últimos años de bonanza han sido como una ilusión real. Esto para los bancos se traduce, por ejemplo, en que la gente tiene un montón de deuda. Creo que la gente ha sido feliz, pero ello tiene que ver con una ficción colectiva de ilusionarse…
- ¿Ves luz al final del túnel?
- Creo que hay más túneles que luces. Pero eso también tiene su lado bueno...
- Por lo pronto, el túnel parece ser muy largo…
- Además, no es un solo túnel. Es un túnel con bifurcaciones. Somos grandes constructores de túneles en el Perú.
- Si tuvieras poder político, ¿qué harías?
- Si tuviera poder político, supongo que no podría evitar generar incomodidad a los que se sienten cómodos.
- ¿Cuál es la tara principal del político peruano?
- Su incompetencia. Hay una incompetencia que implica falta de imaginación, falta de visión, falta de interés y falta de altura moral.
- ¿Cómo avizoras el último año de gobierno de Humala?
- Va a continuar el boicot de la derecha radical. Una campaña brutal, de irrespeto absoluto. Podrás decir que se lo ganó, pero nunca he visto tales niveles de irrespeto. Diría que los niveles de irrespeto a Toledo tenían menos rabia que los de hoy. Nunca sentí ese irrespeto…
- Recuerda que con Toledo fue feroz, al punto que su popularidad llegó a caer a 7%...
- Con Toledo fue feroz, pero había cierta conciencia de que otros sectores estaban interesados en que no terminara su gobierno, lo cual era cierto. En el caso de Humala, lo que hay simplemente es un cargamontón, y eso va a continuar. Humala, por ejemplo, dice alguna tontería intrascendente sobre el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y sale en la portada de algún diario: “Humala apoya a Maduro”.
- Keiko, PPK y Alan. ¿Por quién votas?
- Por ninguno. Me sorprendió que David Rivera dijera: “por PPK”...
- Segunda vuelta: Keiko-PPK. ¿Qué marcas en la cédula?
- No lo sé. Tendría que pensarlo. Y no descarto votar por Keiko.
- Keiko-Alan. ¿Qué haces allí?
- Tengo una hermana que vive en Bolivia, y otra en Australia... Es una de las posibilidades...
- ¿Te gusta el periodismo peruano tal como está?
- No me gusta.
- ¿Qué no te gusta?
- No me gusta la incultura en general. Incultura entendida no como ausencia de conocimiento sino como ausencia de curiosidad, que es la peor, que es la que te mata.
- ¿Qué periodistas sigues?
- Sigo lo que dice César Hildebrandt. Sigo a los que se mantienen de una u otra forma en la órbita de la independencia, aunque patinen y algunas veces no esté de acuerdo con ellos. Ya no puedo ver con una credibilidad mínima a los de la televisión peruana. Existe la idea de que estamos en una situación “normal”, políticamente hablando. La alarma la vemos desde los arrabales de los medios: en La Mula, por ejemplo. Y digo ‘arrabales’ con todo respeto. No vemos un espacio en los programas de la noche, en la televisión de señal abierta, que hable sobre la crisis, de la crisis de credibilidad de los candidatos que se vienen.
- ¿A quién te gustaría ver en la política activa y que por alguna razón no está?
- Es una pregunta compleja, porque la política tal como está ahora mataría a cualquier persona honesta.
- ¿Qué es lo que más te jode del Perú?
- Me jode que hayamos pensado de manera tan unánime que el Perú ya no se estaba jodiendo, que no se seguía jodiendo. Cuando le preguntaron a Mario Vargas Llosa, en pleno gobierno de Alan García, sobre la pregunta que él hizo famosa, respondió que el Perú ya no se está jodiendo, que el Perú anda bien. Ese momento es lo que más me jode.
- ¿Cuál es el último libro que has disfrutado?
- Un libro que se llama Seconds, de Bryan Lee O'Malley. Es un cómic. Es del mismo autor que hizo Scott Pilgrim, el cómic que convirtieron en película.
- ¿Qué libro te hubiese gustado haber escrito?
- Ninguno. Nunca he entendido esa pregunta… ni cómo la responden algunos escritores.
- ¿Qué cosa querías ser de niño?
- En algún momento, quería ser diseñador de aviones.
- Como Miyazaki...
- Algo así.
- ¿Qué te da miedo?
- Que la muerte se vaya volviendo una transacción de rutina.
- ¿De qué te disfrazarías en una fiesta de disfraces?
- Creo que me disfrazaría de un VIP (agente de seguridad particular). Obviamente, tendría que ponerme un montón de relleno. Creo que está menospreciado su papel social en estos últimos años.
- ¿Prefieres escribir en la mañana, por la tarde o de noche?
- En cualquier momento en que encuentre unas horas de paz. Cuando escribía la novela (Nuevos juguetes de la Guerra Fría), descarté la noche porque cuando recién te despiertas eres la mejor versión de ti mismo.
- Si pudieras tener un superpoder, ¿cuál sería?
- Distorsionaría la voz de las personas.
- ¿Qué poder es ese?
- Si distorsiono tu voz, estás cagado. Viene alguien con ínfulas, le distorsionas la voz y esa persona está acabada… Muchos creen que la voz es accesoria.
- Si estuvieras en un bar con seis whiskys encima y, de pronto, aparece a tu lado Ollanta Humala con seis whiskys también a cuestas... ¿qué crees que le dirías?
- “Tú ibas a ser el nuevo Evo Morales”. Y lo abrazaría.
- ¿Y a Nadine qué le dirías?
No le diría nada. Me da pena. En cambio, Ollanta Humala perdió la oportunidad de ser nuestro Evo Morales.
Foto de cabecera: Lee por gusto
Publicado: 2015-08-08
El escritor y cronista Juan Manuel Robles acaba de presentar su novela Nuevos juguetes de la Guerra Fría, pero sobre ella no vamos a hablar en esta entrevista. Ni sobre literatura. Ni sobre el oficio de escribir. Ni sobre sus próximos proyectos. Sobre nada de eso vamos a hablar, les adelanto. Quedamos para conversar sobre la coyuntura política en el Delifrance de Miraflores, y en eso se nos fueron varios cafés.
Escrito por
Pedro Salinas
Escribe habitualmente los domingos en La República. En Twitter se hace llamar @chapatucombi. Y no le gustan los chanchos que vuelan.
Publicado en
Después de todo
Un programa conducido por Pedro Salinas